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Apicultor: una profesión esencial para el medio ambiente

La apicultura desempeña un papel esencial en la economía agrícola y en la preservación de nuestro ecosistema, tanto por la transformación de productos de la colmena como la miel, la jalea real y la propolis, como por la polinización que proporciona gracias a la actividad de las abejas.

Sin embargo, los movimientos repetitivos y las posturas estrictas necesarias durante el mantenimiento de las colmenas, la transhumancia y la cosecha, a veces en condiciones intensas, pueden causar lesiones musculares y articulares a largo plazo. Se llama trastorno musculoesquelético (TMS).

Para preservar su bienestar y garantizar la vitalidad de su profesión, es imprescindible que los apicultores adopten métodos de trabajo ergonómicos y utilicen equipos adecuados.

Los 6 principales riesgos inherentes al trabajo

1. Tendinitis: Los movimientos repetitivos que implican abrir y manipular las colmenas pueden causar inflamación de los tendones, especialmente en las manos, las muñecas y los brazos.

2. Dolores lumbares: levantar y mover colmenas o cargas pesadas puede causar dolor lumbar debido a la presión ejercida sobre la columna vertebral.

3. Torsiones y alargamientos: los movimientos frecuentes de torsión y flexión durante la manipulación de las colmenas pueden provocar torsiones y alargamientos de los músculos y ligamentos.

4. Dolor cervical: Los apicultores pueden desarrollar dolor en el cuello debido a posturas prolongadas, como inclinarse hacia adelante cuando trabajan en los marcos de las colmenas.

5. Bursitis: Las bursitis son inflamaciones que cubren las articulaciones, y pueden ser causadas por presión excesiva o movimientos repetitivos alrededor de las articulaciones.

6. Epicondylitis: También conocida como « tenista (epicondylitis lateral) o golfer's elbow (epicondylitis media), estas afecciones afectan los tendones cerca del codo y pueden ser el resultado de movimientos repetitivos que implican el uso de herramientas de abejas.

Más allá del dolor: comprender las EMT

Los trastornos musculoesqueléticos (TMS) son enfermedades que afectan a las articulaciones, los músculos y los tendones debido, entre otras cosas, a una sobrecarga biomecánica.

Teniendo en cuenta su alta prevalencia (representan el 87% de las enfermedades profesionales en Francia) y sus impactos tanto para los empleados (secuelas...) como para las empresas (ausentismo, disminución de la productividad, cotizaciones de seguro de enfermedad...), es necesario poner en marcha acciones concretas para remediarlas.

Uno de ellos es el de los exoesqueletos.

Las 8 medidas preventivas

1. Recibir formación sobre los riesgos asociados a los TMS y sensibilizarse sobre las buenas prácticas ergonómicas desde el inicio de su actividad apícola.

2. Incorporar técnicas de elevación adecuadas, como doblar las rodillas en lugar de inclinarse para levantar cargas pesadas, para evitar lesiones en la espalda y los miembros.

3. Alterar las tareas de las abejas a lo largo del día puede permitir que los músculos ocupados descansen y se recuperen, reduciendo así el riesgo de TMS por movimientos repetitivos.

4. Cuando los apicultores manejen colmenas y marcos, deben disponer de puestos de trabajo ajustados en altura para mantener una posición cómoda.

5. Es esencial que los apicultores tomen descansos regulares durante el día de trabajo para evitar la fatiga excesiva y permitir que su cuerpo se recupere.

6. Los trajes apícolas de calidad ayudan a proteger a los apicultores de las picaduras de abejas y del calor, asegurando su comodidad mientras trabajan.

7. Invertir en equipos ergonómicos, como herramientas con mangos cómodos y carritos para mover las colmenas, o exoesqueletos puede reducir el estrés físico.

8. Consulte regularmente a su médico, su MSA de referencia, o CAP de trabajo, para ayudarles a detectar rápidamente cualquier lesión o afección emergente.

¿Qué es un exoesqueleto?

Los Dispositivos de Asistencia Física (DAP) de tipo exoesqueleto son soluciones ergonómicas que, como su nombre indica, buscan reducir la carga biomecánica de los trabajadores.

Llevados en el cuerpo como una mochila, estos exoesqueletos son totalmente pasivos (sin motores, cilindros u otra electrónica) y funcionan gracias a un principio de almacenamiento-recuperación de energía a través de resortes de materiales compuestos.

En concreto, los exoesqueletos desarrollados por ErgoSanté permiten facilitar el trabajo, reducir la fatiga, preservar la salud y mantenerse en el empleo.

HAPO SD: el exoesqueleto que alivia la espalda hasta las flexiones en el suelo

El HAPO SD (sin desbloqueo) es el dispositivo de asistencia física pasiva más simple y robusto de la gama HAPO. A la vez ligero (0,9 kg) y discreto, el HAPO SD fue diseñado para redirigir parcialmente los esfuerzos de la parte superior del tronco (por medio de un apoyo pectoral) hacia las caderas.

Funcionando con barras de resorte de material compuesto, el HAPO SD reduce la carga física de las lumbares en el caso de los discos intervertebrales, la protección de los mismos es esencial.

Las situaciones óptimas para el uso del exoesqueleto HAPO SD son aquellas que requieren una flexión completa del tronco al suelo, estática o dinámica.

En ensayos de laboratorio, se demostró que, en comparación con una situación sin exoesqueleto, el HAPO SD reducía aproximadamente el -11% esfuerzo en los músculos de la espalda.