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Evitar los TME en viticultura: Prioridad a la salud de los trabajadores del viñedo

Aunque los trabajos de viticultura ofrecen una proximidad privilegiada a la naturaleza, lo que los hace particularmente atractivos para quienes prefieren trabajar al aire libre, no están exentos de riesgos.

De hecho, las tasas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en este sector se encuentran entre las más afectadas entre los trabajadores agrícolas. Podar la vid, cosechar, trabajar la tierra, manipular barricas y otras cargas pesadas, así como acciones repetitivas como atar vides, son actividades que exponen a los trabajadores de la viticultura al riesgo de desarrollar trastornos musculoesqueléticos (TME).

Es fundamental que los viticultores tomen medidas preventivas como el uso de equipos ergonómicos.

Los 5 grandes riesgos inherentes a la profesión

Los viticultores deben afrontar riesgos de accidentes, algunos de los cuales pueden tener importantes repercusiones, en particular:

1. TME de las extremidades superiores: Acciones repetitivas como podar la vid, recoger uvas y manipular herramientas pueden provocar TME en hombros, brazos y manos.

2. TME de la espalda: Actividades como podar enredaderas en posición inclinada, manipular cargas pesadas como barriles y equipos agrícolas, así como el trabajo prolongado de pie o en posición inclinada pueden causar TME de la espalda.

3. TME en las extremidades inferiores: trabajar el suelo, caminar sobre terreno irregular y manipular cargas pesadas puede aumentar el riesgo de TME en las piernas, las rodillas y los pies.

4. EMT del cuello: Las posturas prolongadas, como mantener la cabeza en posición inclinada mientras se poda o cosecha, pueden causar EMT del cuello y cervical.

5. Fatiga general y estrés muscular: Las condiciones de trabajo exigentes y los movimientos repetitivos pueden provocar fatiga muscular generalizada y estrés en todo el cuerpo, aumentando el riesgo de TME.

Más allá del dolor: comprender los TME

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son enfermedades que afectan a las articulaciones, músculos y tendones debido, en particular, a una sobrecarga biomecánica.

Dada su elevada prevalencia (representan el 87% de las enfermedades profesionales en Francia) y sus repercusiones tanto para los trabajadores (secuelas, etc.) como para las empresas (absentismo, caída de la productividad, cotizaciones al seguro médico, etc.), es necesario implementar acciones concretas para remediar esto.

Entre ellos, es posible recurrir a los exoesqueletos.

Medidas preventivas a adoptar

Para prevenir los trastornos musculoesqueléticos (TME) entre los viticultores, a continuación se presentan algunas medidas de prevención clave que se deben adoptar:

1. Disposición de las estaciones de trabajo: Adapte las estaciones de trabajo para reducir las limitaciones físicas, por ejemplo proporcionando superficies de trabajo de altura ajustable para evitar agacharse excesivamente en el suelo.

2. Uso de equipos ergonómicos: Proporcionar herramientas y equipos ergonómicos adaptados a las tareas específicas de los viticultores, como podadoras ergonómicas y arneses de elevación, para reducir el esfuerzo físico o exoesqueletos para aliviar la espalda incluso al agacharse.

3. Rotación de tareas: Fomente la rotación de tareas para diversificar los movimientos y reducir la repetitividad, lo que puede ayudar a prevenir la fatiga muscular y los TME.

4. Tomar descansos regulares: Fomentar descansos regulares durante períodos de trabajo prolongados para permitir que los trabajadores descansen y relajen sus músculos, utilizando el exoesqueleto HAPO SD para aliviar la presión en la espalda.

5. Seguimiento médico y ergonómico: Ofrecer seguimiento médico periódico para detectar signos tempranos de TME y ofrecer asesoramiento ergonómico personalizado para optimizar el uso del exoesqueleto y prevenir lesiones.

6. Capacitación y Concientización: Brindar capacitación sobre los riesgos de TME y buenas prácticas laborales, así como educar a los trabajadores sobre el uso adecuado del exoesqueleto y sus beneficios de alivio de la espalda.

¿Qué es un exoesqueleto?

Los Dispositivos de Asistencia Física de tipo exoesqueleto son soluciones ergonómicas que, como su nombre indica, tienen como objetivo reducir las exigencias biomecánicas de los trabajadores.

Estos exoesqueletos, que se llevan en el cuerpo como una mochila, son completamente pasivos (sin motores, cilindros ni otros componentes electrónicos) y funcionan según un principio de almacenamiento-restitución de energía mediante resortes fabricados con materiales compuestos.

En concreto, los exoesqueletos desarrollados por ErgoSanté facilitan el trabajo, reducen la fatiga, preservan la salud y mantienen el empleo.

HAPO SD: el exoesqueleto que alivia la espalda hasta las flexiones en el suelo

El HAPO SD (sin desbloqueo) es el dispositivo de asistencia física pasiva más simple y robusto de la gama HAPO. A la vez ligero (0,9 kg) y discreto, el HAPO SD fue diseñado para redirigir parcialmente los esfuerzos de la parte superior del tronco (por medio de un apoyo pectoral) hacia las caderas.

Funcionando con barras de resorte de material compuesto, el HAPO SD reduce la carga física de las lumbares en el caso de los discos intervertebrales, la protección de los mismos es esencial.

Las situaciones óptimas para el uso del exoesqueleto HAPO SD son aquellas que requieren una flexión completa del tronco al suelo, estática o dinámica.

En ensayos de laboratorio, se demostró que, en comparación con una situación sin exoesqueleto, el HAPO SD reducía aproximadamente el -11% esfuerzo en los músculos de la espalda.